Con motivo de la celebración del mes del orgullo, nos gustaría remarcar la importancia del colectivo LGTBI+ en el mundo del deporte y ofrecer una guía para la práctica deportiva inclusiva, libre y segura de agresiones.
Por ponernos en contexto, según un artículo de Joaquín Piedra de la Cuadra y Augusto Rembrandt publicado en 2013, el 64,5% del alumnado de secundaria ha sido testigo de comportamientos homofóbicos entre estudiantes en las clases de educación física y un 33% les ha sufrido en primera persona en alguna ocasión.
En España son muchas las personas que, de forma individual o colectiva, han contribuido a la visibilización de las personas LGTBI+ en el deporte así como Jesús Tomillero, árbitro de fútbol cadete, quien tras sufrir numerosos insultos y vejaciones durante un partido por su orientación sexual, no dudó en denunciar los hechos y poner de relieve una situación que ocurre con demasiada frecuencia, convirtiéndose en el primer árbitro de fútbol español en salir del armario (2016).
CÓMO PREVENIR LOS COMPORTAMIENTOS LGTBIFÓBICOS
1-. No presupongas la heterosexualidad ni el género de las personas que te rodean: probablemente existe en tu entorno alguna persona lesbiana, gay, bisexual o trans. (LGBT).
2.- Evita el lenguaje homófobo y transfóbico. Expresiones como «mariquita», «bollera», «travelo» u «hombre» no son inofensivas: aunque no tengan intención de hacer daño, son expresiones que resultan violentas para muchas personas.
3.- Respeta la intimidad de cada uno. Tenemos derecho a manifestar nuestros deseos y preferencias pero también tenemos derecho a no hacerlo.
INDICADORES PARA DETECTAR LA LGTBIFOBIA
1.- Los baños y vestuarios son espacios en los que la división por sexos, la ausencia de personas adultas y la exposición corporal por parte del alumnado frente a sus iguales hacen que sean lugares potencialmente peligrosos para quien no responde al género o la sexualidad normativos.
2.- El cambio repentino del vestuario del niño o niña puede ser uno de los indicadores clave, así como la aparición de contusiones, heridas o marcas que no se cuenten con la actividad deportiva habitual.
3.- El alumnado insulta llamando a «mariquita», «Bollera», «Travelo», etc., al personal docente o no docente sitiado. Se imita y ridiculiza su forma de hablar o moverse.
4.- La familia o los adultos responsables describen negativamente, ridiculizan o desprecian las expresiones, conductas y emociones no normativas de la sexualidad y el género de su hijo/a.
PROTOCOLO DE INTERVENCIÓN EN CASO DE DETECTAR ACTITUDES LGTBIFÓBICAS
1.- En caso de que algún miembro del club o entidad note algún comportamiento homofóbico es necesario notificarlo a los superiores para estar en el caso de la evolución
2.- Investigar y entrevistar a los niños y niñas implicados. Tanto a las víctimas como al acosador. Es importante tener en cuenta el contexto familiar.
3.- Actuar en consecuencia. Establecer unas pautas de comunicación de la situación e incluir en las actividades contenidos que normalicen la situación y que impliquen tanto a víctimas, como acosadores, como a familias.
4.- Es imprescindible realizar un seguimiento de la evolución de este comportamiento para identificar si se están repitiendo o si la situación ha quedado resuelta. Hay que tener cuidado y no perder detalle.